“Algunos piensan que la historia empieza cuando ellos llegan»

(Del filósofo y ex intendente Daniel Katz)

por Carlos Vazquez

Allá por 1999 cuando hacía un par de años que estábamos por estas tierras de pampas y tehuelches, decidimos lanzar un periódico localista, Sierra de los Padres era un simple barrio más para los marplatenses, que lo “gobernaban” unos pocos iluminados para hacer amenos los fines de semana a los que podían tener un segundo hogar por estos lares para armar asados con amigotes y otras yerbas. Aunque nunca fue la idea de los fundadores que lo idearon como una “Ciudad Jardín” donde vivir, trabajar, divertirse y estudiar, los iluminados manejaban todo. Decidían quien entraba o compraba propiedades, perseguían rebeldes y hacían pingües negocios a partir de sus inmobiliarias, cooperativas y constructoras con métodos cuasi mafiosos. Cabe recordar que la internet recién asomaba sus narices al mundo, entonces el rumor era el procedimiento de ataque y hostigamiento para aquellos que no querían ser corderos. Un medio escrito en papel y firmado era la antítesis de sus técnicas de disuasión, una ofensa, máxime si propendía al progresismo, el crecimiento y la democratización del casi 60% del Partido de Gral. Pueyrredon.
Allí nos encontramos con un muro, pero a los habitantes les gustaba, querían expresarse, querían cambiar el status quo, y nos dimos cuenta enseguida cuando los mismos lectores al primer número propusieron votando cambiarle el nombre: se llamaba Sierras News y por amplia mayoría quedó Nueva Sierra. ¿Votar? ¡Qué descaro! Acá no se votaba nada. Y empezamos a escribir y nos bancamos mil campañas en contra que afortunadamente a la mayoría inteligente no les hizo mella. Al ‘diarito’ lo bancaban los comerciantes con sus anuncios y llegaba gratis a todos, casa por casa, gracias a la voluntad inquebrantable de Don Moreno, que con su Fitito salía a repartirlo por todas las callecitas destruidas de los barrios serranos.

DONDE HAY UNA NECESIDAD, NACE UNA NOTA
Acompañamos los reclamos por el latrocinio del precio del agua en el Concejo Deliberante, de la no llegada del gas natural, de lo inhumano de transitar por estas calles que había que dejarlas así según la mafia “para que los turistas no vengan a recorrerlas los fines de semana”, y en 2001 la Campaña Un Dulce por un Bache en el arco de entrada. ¡Qué osadía! Pedimos elecciones vecinales de Delegado, ganamos premios locales y provinciales e ideamos uno para nuestra zona: los Cacique Cangapol. Exigimos médicos permanentes para la Salita, entre mil revelaciones de carencias más.

ELLOS PASAN, LA VERDAD QUEDA
Mientras los intendentes del centralismo marplatense pasaban, volaba Elio Aprile por el golpe blando que le hizo Daniel Katz, luego Gustavo Pulti que para recordarnos que éramos sus súbditos nos clavó un cartelón con la leyenda Mar del Plata en plena rotonda de El Coyunco en el ingreso a la Sierra (si, en singular Sra.) entre otros desastres que nos hizo. Arroyo que emulando a De la Rúa o Biden creemos que nunca supo donde estaba la Ruta 226 y por último Montenegro que arrancó bien agregando -cuando hablaba de Gral. Pueyrredon- a Mar del Plata, Batán y Sierra de los Padres. Aunque eso sin obras no eran más que palabras bonitas para nuestros oídos. En definitiva, ellos desfilan según pasan los años, nosotros y nuestros lectores quedamos… porque las vaquitas son ajenas.

LOS VIRREYES DELEGADOS
Igual para los Delegados, aunque por cercanía debemos reconocer que nos divertimos mucho criticándolos, y tal vez nos equivocamos al exigir desde estas páginas elecciones libres de ese funcionario, que aunque se hicieron, el tiempo nos enseñó que sin presupuesto propio y dependiendo del centralismo y las migajas que envíen desde Luro e Yrigoyen era un simple conchabo para algún vecino. Al menos hicimos volver a la calle Güemes a un par de caraduras, es cierto. Ya para entonces entendimos que no debíamos depender más de mamá Mar del Plata, que teníamos que ser un municipio, que 30 mil habitantes y 60 mil hectáreas era mucho más que decenas de municipalidades de la Provincia. Pero aún no se logró. Todo llega.
25 años después la internet nos pasó por arriba, las redes en los últimos años están al alcance de la mano, las señoras chismosas que divulgaban rumores a pedido, ahora fueron reemplazadas por influencers de cabotaje y trolls, aunque siempre sigan siendo oficialistas.

LA FAMILIA
Nueva Sierra tuvo hermanos y primos, primero Radio Nativa, luego 0223.com.ar, la Revista El Tábano, con la Ley de Medios creamos Telecuatro y Canal 6 MDP y más tarde el diario digital provincial 24baires. Accedimos a las telecomunicaciones a partir de InterFibra en 2014 y los proyectos siguen. Todo a partir de un ‘pasquín´ de pueblo que los trogloditas hicieron famoso y el público abrazó. El periódico estaba en la mesa ratona de cada casa serrana todo el mes y ese era y es el secreto.

¿LA HISTORIA LA ESCRIBEN LOS GANAN?
Ni bien pisamos tierra serrana nos compenetramos de su historia antigua y reciente, profundizamos con los fundadores, de Sierra y otros barrios cercanos, charlamos con muchísima gente de antes y lo documentamos. Pero la frase que nos quedó grabada en la memoria fue sin duda la de una empresaria gastronómica de la Cumbre “Muchachos, ni se calienten, acá en Sierra algunos comen puchero y eructan caviar”. Magistral.
Si bien Katz al tirarnos esa frase del título desde un palco no tenía ni idea de lo que sabíamos, cierto es que desde aquí por ejemplo rescatamos el 6 de enero de 1950 como fecha de fundación de la Ciudad Jardín, y el 50° Aniversario en el 2000 se festejó a lo grande. Ahora los lamebotas locales celebran el aniversario de Mar del Plata como propio. Quedó en el olvido la fiesta más preciada de cada localidad en el mundo.
Es cierto como dice Miriam en su editorial que también nos hubiese gustado festejar estos 25 años como antes, pomposamente, pero lamentablemente como en 2001, entre la escasez de papel de diario gracias a Milei, Clarín y el dólar, la falta de entusiasmo colectivo y nuestra propia edad cronológica, nos reservamos para los 50 años de Nueva Sierra. Salud!

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