25 Años de historias: Cooperativas S.A.


Antes de iniciar esta nota y que algún cabeza de termo o terma diga “lez pegan podque zon competenzia con intednet”, aclaramos que no, primero porque no les pegamos, escribimos verdades y desde el número 1 (hace 25 años cuando internet ni existía) desde este periódico venimos denunciando de lo que eran o siguen siendo: verdaderas mafias locales. Y segundo, sí, son competencia, pero desleal, porque todo lo hacen trucho, sin permisos legales y con “la tuya” querido vecino, como les gusta decirle algunos a los políticos cuando gastan mal. Aunque tal vez haya otros que prefieran tener internet a como dé lugar. Eso sí, después no nos vengas con eso de “yo pago todos mis impuestos”, porque es falso, en una Cooperativa también somos dueños y corresponsables de lo que pase.

LA COOPERATIVA DE AGUA
Aclarado el punto, hagamos una apretada historia. Desde que OSSE le cedió a la “empresa solidaria” el manejo del agua serrana, esta se ocupó de administrar la extensa red de caños, tanques monumentales y maquinarias que había dejado enterrados y funcionando la empresa loteadora de la Ciudad Jardín. Solo cobraban y hacían alguna reparación que otra. Un negocio redondo, cero inversión y plin caja. Peeero… siempre lo hay, los pícaros se dedicaron a cobrar por los caños que pasaban frente a los lotes que había hecho la urbanizadora en la totalidad del barrio y si pasaba un tiempo o no tenías la plata siempre había alguien de ellos por ahí que te llamaba y lo compraba a un precio irrisorio “antes que la Cooperativa te lo remate”. Así el gerente, la tesorera y otros secuaces con inmobiliarias se hicieron un festín. Cambiaban cheques, escrituraban per se a diestra y siniestra, usaban la base de datos de usuarios para sus negocios, construían y vendían. Lo denunciamos desde acá y nunca nos permitieron ser socios sino simples usuarios.
Pero el que mal anda, mal acaba, dijo el rengo. Se terminó el curro por decisión del Concejo Deliberante y se reguló la tarifa, y ahí aparecieron las antenas de celulares y otra vez la burra al trigo. Recibían -y reciben- miles de dólares por mes de alquiler de espacio aéreo. Entonces se pusieron a inventar obras, cañerías nuevas donde no hacía falta, cambio de bombas, etc. etc., cosas que sin control de los socios ya sabemos con el ‘plus’ que terminan.
Luego vino un período de honestismo, se hicieron cambios directivos y estructurales importantes, pero en estas instituciones las gerencias son hereditarias parecería. Ni bien se acomodó todo y parecía encaminada, llegó un nuevo Consejo Directivo y de vuelta a las viejas prácticas. ¿Si les sobraba tanta plata, por qué no se pusieron a hacer cloacas? Así al menos recolectarían las aguas que ellos mismos sirven, antes de que nos tape la caca y haga inservibles las napas de “agua mineral” como nos quieren hacer creer que hay acá, aunque muchos análisis los contradigan. Business are business.

LAGUNA O PANTANO
Un caso aparte es la Cooperativa Eléctrica de Laguna. Casi 30 años con el mismo gerente se constituyó en un caso de estudio de la denominada ´gerentitis´. Según el Coloquio Universitario sobre Management Cooperativista de la UBA “En la práctica y vulgarmente se llama gerentitis, al rol hegemónico de los gerentes muchas veces desvinculados de valores y principios cooperativos y del propósito cooperativo”. Este tipo de gerentes ponen familiares, los transforman en empleados y contratistas, hacen obras sin necesidad, inventan servicios y facturan a la Cooperativa abiertamente. El último por ejemplo pasó de ser llamado Aloe Vera, por todas las propiedades que tiene, a “el Lázaro Báez serrano”, por su patrimonio impensado que ni en 100 años con un sueldo de gerente llegaría a tener. Y fueron los mismos empleados honestos quienes le pusieron ese mote, no nosotros. Ya jubilado seguía cobrando de la entidad como asesor, no sin antes adoctrinar a las administrativas para que recalcaran que “el Sr. se jubiló, no viene más” e injerir en todas las obras que se inventaba. Insaciable el hombre.
Pero como todo cambia, hubo nuevos vientos en la entidad del pantanal y en apariencia voló el ex gerente asesor junto a alguno de sus mecenas. Aunque las mañas quedan porque la entidad sigue saliendo de su zona legal de cobertura para ofrecer nuevos servicios. Obras que pagan quienes reciben el servicio eléctrico, evidentemente sobretarifado y cobrando además una cuota de capitalización, que es justamente para eso, para no cobrar tarifas exorbitantes. Tal vez hayan cambiado de collar, pero no de perro. El servicio que dan – mejor que el de EDEA por supuesto- es a costa de cambiar cables y postes muchas veces sin necesidad para que los que pagan casi el 80% más cara la luz que con la otra empresa digan “Ay, pero a mí no se me corta nunca”. Claro pero a vos te cambiaron los cables 3 veces en 15 años y EDEA ni una vez en 70. Ellos siempre ganan.

EN SÍNTESIS
Si las ganancias son monstruosas ¿Por qué no devuelven excedentes como todas las cooperativas normales del mundo? Podrían haber hecho obras solo con las capitalizaciones que pagan puntualmente sus socios ¡y hasta los simples usuarios! Nunca una Cooperativa local redistribuyó las ganancias que podría haber tenido entre sus asociados, principio ético, básico y legal cooperativo. Son como esos avaros de caricatura que se sientan sobre su montón de plata pensando que es suya y les duele profundamente compartirla.
Así pasó con la de Batán y ahora está en convocatoria de acreedores (pre quiebra), o la de aquel ex delegado local que tuvo que devolverle a Camuzzi la red de gas porque no la supo administrar en el Barrio Camet. En definitiva, no tienen espíritu solidario, no trabajarían gratis por nada del mundo, no se capacitan en el sistema cooperativo y cometen errores. A veces sin querer, y otras muchas queriendo llevársela toda. No odiemos luego a los políticos si entre vecinos nos vienen robando también.

1 comentario para '25 Años de historias: Cooperativas S.A.'

  1. Coliqueo dice:

    Son chorros desde siempre quédense tranquilos que lo sabemos todos. Hace 30 anios que vivo acá. Feliz cumple!

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