Nos subestiman, a nueve meses de la presentación de los renders del proyecto del nuevo centro comercial del barrio sierra, Montenegro y su ineficaz cohorte, sin bacheo previo, pusieron reductores de velocidad y pintaron sendas peatonales.
El 24 de febrero de este año nos presentaban los renders de lo que sería la entrada al barrio residencial Sierra de los Padres, el lugar obligado por el que transitamos todos los vecinos al ingresar al barrio y sí, también todos los turistas y excursionistas que nos visitan.
Exactamente 9 meses después, este 24 noviembre ¡parió la gata!. Y nos desayunamos que de ese casi deslumbrante proyecto quedaron algunas sendas peatonales, cordones amarillos, un par de reductores de velocidad y sí, también repintaron los lomos de burro de Pulti. Y nos dejaron todos y cada uno de los baches que teníamos.
En estos meses intermedios en muchas oportunidades, vecinos y amigos, nos preguntaban porque no hablábamos del desastroso pavimento y los cada vez más escalofriantes baches de las únicas CUATRO cortas cuadras de la Avenida Argentina por las que circulamos absolutamente TODOS.
Y era porque pensábamos que en cualquier momento nos vendrían a transformar, como en un sueño, ese pequeño centro comercial que nos mostraron en papeles.
Como lo hacen en la costa, en Güemes, en la peatonal, en San Juan y en otros tantos centros comerciales de Mar del Plata una y otra y otra vez, como ya lo mostramos y dijimos en cantidad de oportunidades.
Pensamos que de una vez iba a haber un tirito para el lado de la justicia y aunque sea sin querer se les iban a caer unos pesos ya no en el patio trasero, en el fondo abandonado que no se ve desde el patio trasero, porque descubrimos que el patio trasero de General Pueyrredón son los propios barrios de Mar del Plata, Félix U. Camet, Parque Peña, Autódromo, Newbery, Herradura, San Jacinto, Parque Independencia, el Sur-sur, Batán, el corredor de la ruta 2, hagan un corte imaginario desde el mar por Constitución a Ruta 2 y de ahí a Juan B. Justo y el resto es abandono, todo patio trasero, siendo generosos, porque para algunos, Mar del Plata termina en Jara.
Nosotros ya no somos el patio trasero de Mar del Plata, no alcanzamos esa categoría, porque gran parte de Mar del Plata es el patio trasero de Mar del Plata, no nos hagamos los ratones, no somos los únicos abandonados de este municipio, porque como dice el refrán, no se le pueden pedir peras al olmo.
Dicho esto, y después de haber plasmado la realidad actual y de haber hecho catarsis en nombre de miles de serranos, vamos a evocar un momento histórico del barrio Sierra. Por el año 2001, en plena crisis del país, un grupo de vecinos, locos por cierto y que no pertenecían a ninguna entidad, iniciaron la campaña que llamaron “Un dulce por un bache”, parados en el arco de entrada ofrecían a vecinos y visitantes un dulce, caramelos o chupetines a cambio de monedas, y con lo recaudado se pusieron ellos mismos a bachear las calles principales de acceso al barrio. Cada uno de esos bacheos en frío que hicieron esos vecinos, duraron mucho más que cualquiera de los bacheos que a posteriori hizo el municipio.
De todas maneras no tiramos la toalla, estamos convencidos que hay que pegarle al chancho para que aparezca el dueño, y ese es nuestro objetivo, pero como no nos gusta ejercer violencia contra seres vivos inocentes, no vamos a pegarle al chancho, porque los irresponsables de nuestra delegación tienen nombres, apellidos, cargos públicos y suculentos sueldos, empezando por Guillermo Montenegro intendente, Santiago Bonifatti secretario de gobierno, Jorge “Guasa” González secretario de obras, Mariano Bowden presidente del EMVIAL, Julio Romero delegado y otros, muchos otros.
Para ellos el mensaje es, pónganse las pilas muchachos, los reductores de velocidad son innecesarios mientras no tapen los baches. Primero lo primero. Pienso luego existo.
Esto nos recuerda mucho a Zootopia, demasiados animales para una sola nota.
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