Según surge del refrán ‘una de cal y una de arena’, una buena y una mala, una positiva y una negativa, sería en la construcción como en la vida una proporción aceptable para una buena mezcla. Aunque en la realidad cuesta creer que esa sea una simetría que el cuerpo aguante.
Cada vez que empezamos a hacer un balance antes de cada editorial, ansiamos al menos eso, encontrar un equilibrio, una simetría, entre las noticias positivas y negativas, lo que nos resulta bastante difícil y en general compensamos con notas de color que tienen más que ver con lo privado que con lo público.
El debate tentador de si la buena es la cal o la arena, lo vamos a dejar de lado, aunque consultados varios especialistas en el tema, afirmaron que si la mezcla tiene más cal que arena daría una argamasa más fuerte, y ahí lo dejamos, seguros de que tanto en la vida como en las noticias sería mejor, y nos gustaría, que fueran más las positivas que las negativas.
Este mes recibimos una muy buena noticia, casi difícil de creer y que cruzamos los dedos para que se cumpla. En los nuevos pliegos de licitación para el sistema integrado de transporte urbano, estaría prevista una línea ‘urbana’ que una y recorra los barrios de la delegación con la posibilidad de hacerlo con una tarifa plana y además existiría un boleto combinado que permitirá cambiar de colectivo dentro de los 75 minutos. Parece que tuvieron en cuenta lo difícil que es hoy llegar desde Gloria, Paraíso o Colinas Verdes a Sierra y viceversa, en realidad un anuncio que será buena noticia cuando se cumpla, pero sin duda positivo.
En cambio, mientras en Mar del Plata se aprobó la ordenanza para la construcción de 79 kilómetros de ciclovías dentro del ejido de esa ciudad, el mismo Concejo Deliberante mandó a pedir informes para ver si aprueban un “Proyecto de Comunicación” para que el ejecutivo municipal “gestione” la bicisenda Mar del Pata-Sierra de los Padres en la Ruta 226, un reclamo que lleva más de 15 años y muchos muertos.
En Santa Paula arreglaron las calles, pero después de meses de reclamos y cuando el agua les llegaba a los vecinos a las puertas de las casas y de los autos, y todos los meses recibimos correos y reclamos históricos de vecinos por temas como calles, luces, cajeros o banco, recolección de residuos, basurales, pastizales entre tantos otros.
Nos cuesta encontrar el equilibrio, porque nuestras gestiones las hacen los propios vecinos, Mar del Plata necesita mucha atención como para que los intendentes se puedan ocupar de gestionar para una zona que solo les representa mucha coparticipación, pero pocos votos.
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