Por Libertad Magenta
Hay una frase de un escritor americano, poeta y novelista, Stephen Crane, que a pesar de haber vivido sólo hasta sus 29 años, después de 120 años aún se recuerda al igual que su prolífera obra.
“El que puede cambiar su pensamiento, puede cambiar su destino”.
Los serranos, durante décadas venimos pensando y haciendo las mismas cosas, en ciclos o como en un círculo vicioso, seguimos pidiendo y esperando de los Intendentes de Mar del Plata – Batán mejores servicios y más seguridad, y es cierto que de vez en cuando nos escuchan y de vez en cuando hacen algo para conformarnos. Pero la realidad es que aprovechan nuestros recursos que poco o nada vuelven a nuestro pago.
Hoy el municipio pelea por el aumento de la coparticipación de la provincia. ¿Cuánto nos correspondería de esa coparticipación si consideramos los más de 600 kilómetros cuadrados que abarca nuestra delegación sobre los 1470 kilómetros cuadrados de General Pueyrredon?
Podríamos saberlo si la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata, hubiera realizado el estudio socio económico y financiero tendiente a determinar la sustentabilidad de un nuevo municipio en el marco del convenio que firmaron en 2017. Podríamos saberlo si el municipio hubiera entregado los datos que se necesitaban, si la información fuera pública y transparente, pero todos esconden los datos y probablemente coaccionen para que esto no salga a luz. Nos gusta manejarnos con datos concretos y comprobables, pero ante la falta de ellos no tenemos más remedio que especular y basarnos en probabilidades y ejemplos. El más reciente Lezama, pero todos los pequeños municipios y los que se crearon fueron factibles y están mejor que cuando dependían de sus cabeceras.
Por eso nos preguntamos hasta cuándo vamos a seguir mendigando que arreglen nuestras calles, nuestras luminarias, hasta cuándo vamos a seguir pidiendo móviles para la policía, más efectivos, más y mejores servicios. Si vamos a pedir, pidamos en serio.
Es hora de cambiar nuestro pensamiento para poder cambiar nuestro destino y nuestra realidad, dejemos de pedir cosas que venimos pidiendo desde hace décadas para que nada cambie, los serranos tenemos que entender que el cambio es la autogestión, el cambio es la independencia.
La independencia no depende de Mar del Plata ni de ningún funcionario municipal, depende de la provincia y de los legisladores bonaerenses, pero por sobre todo, depende de nosotros mismos, de que tan fuerte seamos capaces de hacernos escuchar.
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