Basta de vecinocracia

Hace unos días leíamos en “Cohete a la Luna” un texto de Esteban Rodríguez Alzueta, titulado “Vecinocracia” -El punitivismo de abajo, expresión antipolítica de la democracia- Dice que la vecinocracia es el gobierno de los vecinos vigilantes y se refiere sobre todo al tema de la seguridad y al miedo a la inseguridad, pero en realidad lo que más nos impactó fue que la definiera como “una experiencia antipolítica que desautoriza la democracia cuando impugna las mediaciones políticas”. Y dice, la agenda de los vecinos es pre-política porque pretende poner los problemas más acá de las “discusiones políticas”. Pero además resulta ser antipolítica porque –por un lado— clausura los debates con las interpelaciones urgentes al poder ejecutivo, y porque —por el otro— las respuestas que traman más allá del estado de derecho pertenecen al orden del estado de la naturaleza. Y más adelante afirma “Juntos están poniendo a la democracia en lugares cada vez más difíciles. Lejos de crear condiciones para debatir entre todos como queremos vivir, patean la mesa, desautorizan la política y clausuran la democracia”.

Hace poco en otra editoral “Hacerse Cargo” decíamos que ninguna comunidad crece en bienestar sin equidad, que no se puede estar bien solo, aislado, si alrededor todo se cae a pedazos. Pero lo que es más importante, que no se puede crecer saludable y en paz si no aprendemos a respetar al otro, piense lo que piense y vote lo que vote. Que la supuesta grieta no es algo real, si no que existe o no en cada uno de nosotros.

Ya votamos y estamos a punto de empezar un nuevo ciclo democrático, deberíamos como mínimo intentar empezarlo con la cabeza abierta, sin prejuicios y dándonos la oportunidad de crecer en el disenso y en las diferencias para poder debatir como ciudadanos cómo queremos vivir y que las necesidades y las urgencias, que en nuestro caso llevan décadas, no impugnen la posibilidad del dialogo con los nuevos actores políticos, dándoles, pero sobre todo dándonos la chance de “dar la discusión política”, planificar a futuro que queremos para nuestra delegación, con la esperanza de que esta vez, un nuevo intendente junto a un nuevo gobernador, entiendan que esto no es Mar del Plata, que no se soluciona un problema de efluentes con una resolución de OSSE llena de excepciones, ni se arreglan las calles tirando granza que se lleva la primera lluvia, pero para que pase, tenemos que ser parte y entender que las soluciones y las obras que hacen falta, para que perduren, llevan tiempo, pero el primer paso es sentarse a pensarlas. Dice un proverbio Chino que “No planificar es planificar el fracaso”. Esperemos tener éxito.

Miriam Leo
miriamleo@sierradelospadres.com.ar

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