Arranca un año electoral, y uno podría creer que es el momento de aprovechar la atención de los candidatos para que escuchen nuestros reclamos, necesidades, las falencias de la zona, la falta de servicios, porque ellos vienen, se juntan con vecinos, hablan de sus proyectos y los cambios que quieren para Mar del Plata – Batán, como llaman al partido de General Pueyrredon.
Con lo cual, ya de movida vamos mal, no somos ni uno ni otro. De todas maneras para que hacerse ilusiones, vendrán los pultis, las baragiolas, los cianos, los abades, los arroyos, las ravertas, los montenegros, y algunos otros, pero cuando lleguen… a ser intendentes, concejales, diputados o funcionarios con quien logren conchabarse, como siempre se olvidan, de lo que escucharon y de lo que prometieron.
A la hora de administrar o de levantar la mano piensan en su carguito, en su banca, en los ‘costos’ políticos, o lo que es peor en los sueldos, lo que menos les importa es la gente. Ya dejaron de ser un vecino, se olvidaron de donde salieron y que están ahí para servir al bien común.
Acaso Pulti que después de ser Concejal por más de 10 años, fue Intendente 8 años, dejó al municipio sepultado en una deuda millonaria y se cansó de prometer cosas que nunca cumplió, podría venir ahora otra vez a proponerse como candidato si tuviera una pizca de vergüenza y un poco de dignidad.
Algunos dicen que fue mejor que Arroyo, que sin que medie debate es un verdadero desastre, pero también es cierto que Pulti no se encontró con su propia pesada herencia.
Pero no es la idea hacer campaña a favor o en contra de ningún pre candidato en particular, lo cierto es que vendrán, porque aunque cinco mil votos del magro padrón serrano no son nada, tampoco son la realidad, los serranos que votan en otros circuitos electorales de General Pueyrredon son muchos más y ellos van por todo.
Lo que no hay que perder, es la oportunidad de que nos escuchen, obligarlos a entender, porque saberlo lo saben, que nuestra delegación está abandonada, que necesitamos un banco, no más cajeros que no funcionen, que tenemos granza pero que no hay máquinas ni camiones para arreglar nuestras intransitables calles y caminos vecinales. Que necesitamos que nuestras instituciones, las únicas que en diferentes aspectos y medidas realmente se ocupan de nosotros sean tratadas con respeto. Que necesitamos las cuentas claras para que los recursos que se generan en la zona vuelvan en mejoras y no se los devoren para resolver los problemas de Mar del Plata – Batán que igual nunca resuelven.
El mes que viene este periódico cumple 20 años, durante 20 años escuchamos hablar de los mismos problemas marplatenses, 20 veces vimos remodelar la peatonal, el paseo costero, asfaltar la Avenida Independencia, hacer una y otra vez la Plaza San Martín, la Mitre, ver como las llenan de juegos infantiles, bebederos y gimnasios a cielo abierto. Y así podríamos seguir varias páginas haciendo la lista de la inconmensurable discriminación con la que nos destratan.
Miriam Leo
miriamleo@sierradelospadres.com.ar
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