Podríamos debatir sobre si Napoleón Bonaparte era bueno o malo y sobre qué tan loco estaba, pero una de sus frases nos inspiró para tratar dos temas, que sin duda entre otros tantos, nos preocupan, “El agua, el aire y la limpieza son los principales productos de mi farmacia” dijo sabiamente el excéntrico emperador francés hace 200 años.
Podemos seguir con las calles rotas, intransitables, con sectores a oscuras o mal iluminados, quejándonos, padeciendo esto como la falta de obras en nuestras escuelas, la ausencia de bancos, los cortes de luz e infinidad de cosas que sabemos que podrían mejorarse pero que, salvo que nos obsesionen, no van a afectar nuestra salud.
Pero hay dos cosas que no deberíamos seguir naturalizando, la contaminación del agua y la falta de limpieza. Casi a diario recibimos llamadas de vecinos quejándose por los basurales, incluso en la misma delegación, donde por la falta de recolección de residuos domiciliarios en muchos sectores, muchos deben trasladar hasta ahí su basura, cuando no la dejan en algún contenedor ajeno o tirada en alguna vereda o entre pastizales.
Si de algo hemos oído en este último mes es de las muertes en nuestro país por hantavirus, enfermedad que contagian los roedores, roedores que viven, proliferan y se reproducen más cuando hay un ambiente sucio, con basurales y pastizales.
Hace apenas unas horas, un vecino que alquila su casa en temporada nos contaba que una de las quejas de sus inquilinos pasajeros es que no pasa el recolector de residuos, por cierto algo que a él también lo irrita.
Ahora, gracias al trabajo del Grupo Aguas, de la Universidad Nacional de Mar del Plata, nos enteramos de algo que seguramente la mayoría de nosotros intuía. Más del 70 % de los pozos de agua controlados en la zona están contaminados por bacterias o nitratos, o ambos.
¿Podemos aceptar con tanta indiferencia que en los últimos 60 años, prefieren 40, 20 años, no se haya podido concretar una sola nueva red de agua corriente en ninguno de nuestros barrios?.
Cuestiones básicas, limpieza y agua potable, los principales productos para la farmacia personal, servicios básicos e indispensables que no deberíamos resignar. El aire, por suerte, es gratis y no dependemos del estado para respirarlo, si no fuera así, este país ya hubiera expirado.
Miriam Leo
miriamleo@sierradelospadres.com.ar
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