El mismo espacio, lugar y foto, para que Daniel haga ver nuestro error en ser confiados, para felicitar a nuestro colega de La Capital, el periodista Fernando del Río por su investigación en un tema que por su tenor no nos hizo siquiera sospechar.
También el mismo espacio y lugar para disculparnos con nuestros Lectores, por no haber chequeado una información que, en primer lugar se trataba de una noticia inocua, que prima facie no perjudicaba a nadie, además ya cuando la publicamos tenía trascendencia como mínimo nacional, pero sobre todo provenía de una vecina de la que, hasta ese momento no teníamos motivos para dudar.
De todas maneras, no está mal mostrar que si las dudas, después de la misma investigación, las hubiéramos planteado desde estas páginas, tal vez las hubieran rechazado de plano, con varios epítetos irreproducibles detrás. Nadie es profeta en su tierra, dicen, aunque dejen detrás un camino de logros, aunque no se les prueben errores, aunque aporten al progreso.
Pero además el ladrón ve a todos de su condición y nosotros no lo somos, jamás se nos ocurriría pensar que alguien puede mentir así deliberadamente, inventando una historia, porque, aunque Ud. lo dude, jamás se nos ocurriría hacer algo ni parecido y 18 años de trayectoria lo demuestran.
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