Nueva Sierra

La noticia nos llegó por varios flancos, pero la información que de verdad nos hizo prestarle atención fue la que vino de la Asociación para el Reconocimiento de Nuevos Municipios. Esta entidad bonaerense viene trabajando desde hace años para lograr una Ley marco que permita al menos, la posibilidad de plantear la creación de nuevos municipios, lo que representa inevitable y obviamente el achicamiento de los viejos o actuales y gigantescos, de los que se desprenderían las nuevas comunas.

Particularmente la provincia de Buenos Aires, a diferencia de la mayoría de las provincias, tiene macro comunas tanto en cantidad de habitantes como en extensiones territoriales, de hecho mientras Buenos Aires tiene sólo 134 municipios, en Santa Fe hay 428 y en Córdoba, 363. Claramente los poderes tanto económicos como políticos afianzados en las cabeceras de partidos, se niegan a ceder a los pedidos de secesión de al menos 30 nuevos distritos.

En estos momentos tanto el Presidente, Mauricio Macri, como la Gobernadora, María Eugenia Vidal, volvieron a la carga con el polémico proyecto de dividir al partido de La Matanza. Más allá de que sus intereses son más bien electoralistas, Vidal, tendría la intención de reflotar un proyecto del legislador del GEN Marcelo Díaz, que propone la creación de nueve partidos dentro de la superficie actual de La Matanza, “para alcanzar la cercanía del municipio con los vecinos, ya que hoy ven diferido su acceso a servicios básicos de mayor calidad”. Esta es una realidad que se repite en muchos otros municipios, y es el motivo de porque hay tantos movimientos secesionistas.

LEY MARCO
En la legislatura bonaerense buscan establecer bases para la creación de nuevos municipios, la iniciativa apunta a lograr parámetros claros para todas aquellas localidades que quieran formar un nuevo distrito.
La Diputada Vanesa Zuccari presentó un proyecto que establece los requisitos para el reconocimiento de un nuevo municipio en la provincia de Buenos Aires. La norma prevé los requerimientos para los solicitantes, como características institucionales, históricas, culturales, territoriales y ambientales del lugar, que definan una identidad propia de sus habitantes y que tenga factibilidad económico-social. La ley crea además una Comisión Bicameral que analizará las propuestas de reconocimiento de nuevos municipios. Asimismo los interesados deberán presentar a esta Comisión un petitorio avalado por el quince por ciento de sus electores. Por su parte, la Bicameral deberá convocar a técnicos, profesionales o funcionarios con el fin de evaluar la documentación presentada por los demandantes y redactar la ley definitiva para su aprobación en ambas cámaras.
“El objetivo principal de esta ley es establecer las condiciones y requisitos para que una población pueda ser reconocida como municipio, es decir alcance el derecho a tener su propio gobierno local. La mayoría de provincias ya tienen establecidos distintos parámetros para que una población pueda ser considerada municipio pero nuestra Carta Magna no aborda esta cuestión, con lo cual, en cierta forma, estaríamos colaborando en llenar un posible vacío legal”, expresó la Diputada de UCR – Cambiemos oriunda de Lincoln Vanesa Zuccari. Otro punto importante, marca que las localidades que anhelen crear un nuevo municipio, deberán contemplar entre otras cosas, denominación, límites jurisdiccionales y transferencia de los bienes. Asimismo establece que de no prosperar la iniciativa los ciudadanos de la localidad peticionante podrán reiterar la solicitud en un plazo de cinco años.
“La idea es posibilitar un régimen más ordenado y previsible para aquellos pueblos que hoy aspiran a ser reconocidos como municipios y para quienes en el futuro deseen alcanzar ese status. Tener parámetros claros, para que el procedimiento sea más simple y ágil, evitando que las propuestas queden relegadas o se demoren en su tratamiento”, concluyó Zuccari.

PORQUÉ NO
Si bien La Matanza, tomándolo sólo como ejemplo, es uno de los municipios del conurbano bonaerense con mayor superficie territorial, más de 320 kilómetros cuadrados, no se puede comparar con el Partido de General Pueyrredon con una superficie de 1.460 kilómetros cuadrados, casi 5 matanzas.

Por qué no pensar que separarse de General Pueyrredon, o mejor de Mar del Plata como prefieren decirle, sería una posibilidad “para alcanzar la cercanía del municipio con los vecinos”.

Tenemos una zona, no rica, muy rica, sin embargo vemos pasar esas riquezas como por un túnel, acá se producen el maíz, el girasol, la soja, el trigo, la cebada, las hortalizas, las frutas, se producen miel, leche y quesos, pollos, huevos, cerdos y además derivados con valor agregado de muchas de esas producciones.
El turismo también crece de manera constante, lento pero firme, y como todo sin el apoyo del municipio. En nuestra zona se encuentran radicadas importantes empresas, gigantescas estancias, sin embargo qué queda de tanto trabajo, de tanto esfuerzo, de tanta producción, ni siquiera la granza suficiente para tener caminos decentes por donde transitar, infinidad de veces vemos a los productores acercar en tractores su mercadería hasta la ruta porque los camiones no pueden entrar hasta los establecimientos.

Por qué no pensar que con la coparticipación de los más de 500 kilómetros cuadrados que abarca nuestra jurisdicción, de los impuestos y las tasas que se recaudan por la infinidad de actividades que se desarrollan podríamos tener mejores caminos, más iluminación, más seguridad.

ES UN LARGO Y SINUOSO CAMINO
La realidad es que, cómo lograrlo, es lo más difícil, para empezar se necesita que alguien se anime y dé el primer paso, tome la delantera y anime a los otros a seguirlo. Hace quince años a los que hablaban del gas les decían locos, a los que lucharon otras independencias les decían rebeldes, pero casi todos los meses homenajeamos a un prócer, y con esto no queremos decir que alguien pase a la historia de los grandes héroes nacionales, pero podría ser reconocido como pionero y parte de la historia de su municipio, del nuevo municipio. Ese alguien puede ser cualquiera de ustedes.

Por Miriam Leo