Cuando arrancamos con esta locura, tuvimos que ponernos a estudiar de nuevo, era un nuevo desafío pasar de lo nacional o provincial a lo local, al periodismo de pueblo, y entre todos los libros y apuntes que pasaron por nuestras manos había uno yanqui que entre las grasadas que ponían hubo al menos una que nos entusiasmó: “Este será al único medio del mundo que le importará lo que pasa en la esquina de la casa de cualquier lector”.
Nos divertimos y nos divierte mucho hacer este tabloide. Pasamos noches enteras discutiendo y riéndonos de lo que ponemos en su tapa -quizás ahora con la edad nos volvimos más formales- a sabiendas de que cuando se busca la verdad alguno siempre se ofende o si es culpable se enoja. En un pueblo chico cuando el chisme es tinta sobre papel firmado, se termina la cadena de maldad.
Y arrancamos con el pie izquierdo, pensábamos que esta era una sociedad refinada y lo bautizamos Sierra News, pero no, había gente con dignidad todavía que coincidía en todo menos en el nombre. Nos interpelaron por eso. Al siguiente número pusimos unas boletas con tres nombres, urnas en algunos negocios y así nació el único medio del mundo que le importa lo que pasa en la esquina de tu casa y lo vive con vos, Nueva Sierra.
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