En estos días se ha producido un fuerte descontento entre los vecinos de Sierra de los Padres, a raíz de algunas iniciativas que producirían cambios de fondo en el barrio, propuesto por la actual Comisión Directiva de la Sociedad de Vecinos que preside José Luis Martiquet.
Ante todo, es justo señalar que la comisión actual lleva una intensa actividad en cuanto a mejoras de forma en nuestro barrio, entre ellas podemos mencionar profusión de señalética de tránsito, mejoras en la entrada del barrio, cartel de entrada, donación del terreno y gestión para la instalación del Cajero Automático, etc.
Dicho esto, a casi todos los vecinos nos preocupa los cambios poco comunicados que intenta llevar a cabo la Sociedad de Vecinos, tales como el “Playón Deportivo” y el proyecto de peatonalización de parte del circuito San Martin. Proyectos que cambiarían la fisonomía del barrio por la cual casi todos los vecinos tomamos en cuenta al elegir a Sierras como nuestro lugar para vivir.
Obviamente dichos proyectos no gozan de la aceptación de los vecinos ni de los comerciantes que se verán afectados, como así lo manifestaron en la reunión del 24 de mayo próximo pasado, que se llevó a cabo con concejales miembros del HCD del Municipio, Marianela Romero, Daniel Núñez y Gustavo Pujato.
En rigor de verdad nos resulta inadmisible que la Sociedad de Vecinos se haya transformado en el opositor a la esencia mismo de nuestro querido barrio: Paz y tranquilidad para la crianza de nuestros hijos. No es adecuado que la institución, que fue creada para que los vecinos tuviésemos representación formal frente al Estado, tome semejantes decisiones y presente proyectos como los mencionados que afectarían el valor de nuestras inversiones inmobiliarias en un futuro casi inmediato.
La condición sine qua non para que una institución pública comunal sea legítima, es que cuente con el consenso de la mayoría de los integrantes de una comunidad, cosa que a la luz de los acontecimientos no estaría sucediendo.
Es apropiado que apenas un puñado de vecinos decida sobre estas cuestiones importantes de nuestra forma de vida que hemos elegido. ¿Porque se nos soslaya a la mayoría en cuanto a la toma de decisiones? ¿Acaso no tenemos derecho a que se nos consulte para proponer estos cambios de fondo?
En todo caso es importante contar con la iniciativa de la Sociedad de Vecinos, pero canalizada en base a los pedidos mayoritarios y consensuados con los residentes del barrio.
Estas preguntas y muchas otras nos hacen reflexionar sobre la legitimidad de la Sociedad de Vecinos en función a la mayoría que vivimos en Sierras y que pagamos impuestos.
Marcelo Anaya
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