Por Libertad Magenta
La bandera –donada por una empresa local- flameaba, las estrofas del Himno Nacional se entonaban fuerte entre los presentes, habían representantes de instituciones intermedias, organismos y escuelas, vecinos y visitantes, pero sabes quién no estaba, el Intendente.
El Barrio Sierra de los Padres festejó su aniversario, todos los participantes cantaron el feliz cumpleaños con emoción, pero sabes quién no lo cantó, el Intendente.
Es lógico, el Intendente de Mar del Plata-Batán festeja el aniversario de Mar del Plata y de Batán, no el de Sierra de los Padres, y es así porque al Intendente y a la inmensa mayoría de sus numerosos funcionarios nuestra zona no les importa, no tienen intereses en nuestra zona y termina siendo zona liberada, liberada de políticas públicas, liberada de programas, liberada de presupuesto, liberada de servicios y liberada para que cualquiera haga lo que quiera.
No libre, liberada. Libres seríamos si definiéramos donde se gastan nuestros recursos, libres seríamos si pudiéramos planificar nuestros barrios, nuestras obras, nuestro crecimiento y nuestro desarrollo, definir nuestro futuro.
Libres vamos a ser cuando definamos nuestras tasas, las trazas del transporte, el recorrido de los recolectores de residuos, pero no hay un solo concejal de la zona en el Honorable Concejo Deliberante marplatense y lo que es peor aún, no hay un solo concejal que se preocupe por lo que pasa acá, ninguno que se tome un rato para venir a festejar el aniversario de nuestros barrios o escuchar a la orquesta infanto-juvenil en La Gloria de la Peregrina, o simplemente escucharnos y tomar en consideración nuestras falencias, reclamos y necesidades.
Estamos lejos, estamos excluidos, estamos empobrecidos, estamos abandonados. Por ejemplo, cuando se le consulta al EMSUR o al EMVIAL por cuestiones de nuestra zona le tiran la piedra a la Delegación y esconden la mano. Son los entes Marplatenses de Servicios Urbanos y Vialidad, no tienen nada que ver con la “periferia”, no tienen nada que ver con nosotros y todos le tiran la piedra a una triste delegación pauperizada en recursos económicos y humanos.
Nosotros no somos separatistas, ellos nos desatienden y nos separan, y como en cualquier relación en la medida en que el abandonado se empodera y asimila el concepto de mejor solo que mal acompañado, mayores son las posibilidades de crecimiento, ese es el camino en el que ellos nos pusieron y vamos a ser un municipio y llegará ese momento en que se rompan las viejas cadenas y consigamos los laureles y nosotros simples mortales gritemos libertad, libertad, libertad.
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