Por Libertad Magenta
Algunos vecinos de la zona se encontraban y saludaban con puño en los distintos centros de vacunación contra el COVID, la mayoría en el Club de Estación Chapadmalal. Al saludarse manifestaban su sorpresa al encontrarse a más de 30 kilómetros de sus hogares, máxime cuando la Sala cuenta con espacio, al igual que las distintas instituciones intermedias, para instalar un vacunatorio que llevaría un poco de seguridad y tranquilidad a los vecinos.
La atención fue excelente y los lugares bien acondicionados pero además, siendo un poco observadores y tal vez más empáticos, podemos ver que los que llegaron fueron sólo aquellos que cuentan con un vehículo o con la posibilidad de pagar un remis, por la módica suma de dos mil seiscientos pesos, ida y vuelta claro, o dos colectivos, el 717 primero, desde la zona hasta Garay y Las Heras, y desde Garay y Sarmiento el 720 hasta Estación Chapadamalal, y así de vuelta, no diga nada ¡Es una idea brillante tener más de cuatro horas arriba de un colectivo a gente que está siendo vacunada por ser de riesgo! Vamos, indígnese conmigo.
Pero a qué viene esto, piénselo Doña Rosa! En esta columna hablamos de una sola cosa y sí, es la necesidad de ser un municipio, y para entender lo que nos hicieron y ver cómo una vez más nos ningunearon, vamos a traer un par de ejemplos no muy lejanos.
El Municipio de Castelli tenía en el último censo 8205 habitantes, y lleva realizadas 3330 aplicaciones de vacunas contra el Coronavirus al cierre de esta edición, el lugar de vacunación es el Polideportivo Municipal, concéntrico a todo el Partido.
El Partido de Mar Chiquita tiene 17908 habitantes, y lleva realizadas 6937 aplicaciones, un punto destacable es que pusieron dos centros de vacunación, uno en Coronel Vidal (cabecera del Partido) y otro en Santa Clara, segundo centro más poblado del mismo partido pero además son las dos localidades equidistantes para las demás localidades y barriadas del partido, uno aborda el sector mediterráneo y el otro para el sector costero, una decisión inteligente.
El Partido de General Alvarado tiene 39594 habitantes, aplicó 8220 vacunas y tiene dos vacunatorios, los dos en la ciudad cabecera, Miramar, y si bien desde Otamendi, con más de 10000 habitantes, se pidió uno, la respuesta no llegó y desde todos los puntos del partido se desplazan a la ciudad donde atiende el intendente.
General Pueyrredon tenía de acuerdo al último censo 659462 habitantes, lleva aplicadas 126167 vacunas, porcentaje significativamente inferior al de los Partidos más pequeños, tiene 9 centros de vacunación y, como nos tienen acostumbrados, ninguno está en nuestra zona, pero esta vez no hay responsabilidad del Municipio, todos estos partidos son víctimas de funcionarios que desde un escritorio en La Plata deciden donde nos vacunamos, al igual que deciden donde votamos y donde estudiamos, entre otras cosas, la diferencia es que si fuéramos un municipio, tendríamos un vacunatorio acá y no se podrían olvidar de que existimos siempre.
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