Desde hace un par de semanas cuando CV1 finalizó su concesión para dar paso al nuevo concesionario, el consorcio conformado entre las empresas Paolini Hnos. S.A. – Vial Agro S.A – INC Spa (Italia), uno de los famosos contratos de PPP (Participación Pública Privada), muchos de los principales accesos a barrios y emprendimientos, quedaron a oscuras o a media luz.
Los medidores de luz fueron retirados dado que el nuevo contrato no contempla la iluminación desde el kilómetro 0 al 31 de la Ruta Nacional 226.
Lo que prometía ser una Ruta Segura, se estaría transformando en una trampa oscura y peligrosa para automovilistas, peatones y ciclistas.
A lo largo de esos kilómetros se emplazan gran cantidad de ingresos a barrios, parajes y empresas y se desarrolla una intensa actividad económica. Además de ser vía principal del transporte público de pasajeros con gran cantidad de paradas donde los vecinos esperan el colectivo. Años esperando que cada uno de esos ingresos se ilumine para ahora borrar de un plumazo ese avance. Vamos para atrás.
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