Por Libertad magenta
¿Qué contestas cuando te preguntan ´dónde vivís´? Si sos de los que contestan en Sierra de los Padres esta columna sólo será un recordatorio de tu sentido de pertenencia a una comunidad que excede de la Sierra, Colinas, el Coyunco, Santa Paula, La Gloria, El Paraíso o Laguna, porque hoy Sierra de los Padres está vista como una zona, ya no es un barrio, es una comunidad comprendida dentro de un sector geográfico profundo y extenso del partido de General Pueyrredon que abarca más de 60mil hectáreas. Y hablamos de Sierra de los Padres como la forma de nombrar a los más de 7 barrios que componen nuestra actual Delegación Municipal.
El sentido de comunidad ha sido definido por Sarason (1974) y McMillan y Chavis (1986) como aquella sensación de formar parte de un grupo, un sentimiento compartido de que las necesidades colectivas serán atendidas bajo un compromiso cooperativo entre todos sus integrantes. El sentido psicológico de comunidad tiene cuatro componentes: Pertenencia, desde el sentido de implicación personal en la comunidad. Influencia recíproca entre sus miembros. Integración y realización de necesidades colectivas e individuales. Y la Conexión emocional compartida, que nace de las experiencias compartidas entre los miembros de la comunidad.
Y si vienen siguiendo esta columna desde ediciones anteriores tal vez se preguntarán que tiene que ver esto con el nuevo municipio y las luchas separatistas, la respuesta es TODO, porque tenemos una ventaja insuperable para llegar a la meta y es que el sentido de comunidad está vigente en mayor o menor medida entre todos los que vivimos en la zona.
En este punto deberíamos adentrarnos en la creación del municipio como figura jurídica y podríamos decir que la teoría Ius Naturista entiende que el municipio constituye una sociedad natural, formada por seres vivos, constituidos como comunidad en forma anterior a la voluntad del Estado, y que éste último sólo lo reconoce; mientras que la Teoría Legalista dice que el Municipio es una creación del Estado, un mero criterio formal para materializar su división política y administrativa. Lo cierto es que el Estado somos todos y el sentido de comunidad y las tareas que lleven adelante esas comunidades para fortalecerlo es el punto de partida para lograr su reconocimiento.
Para los que vivimos en la zona las posibilidades de fomentar y potenciar esa pertenencia son infinitas, con lo que hay y con lo que queda por hacer, sea desde algo en funcionamiento o desde algo nuevo, con un pequeñísimo aporte o uno mayúsculo y si ya lo estamos haciendo en nuestras manos está seguir contagiando a otros, porque es un hecho que los que desarrollan el sentido de comunidad entienden que si la solución a nuestros problemas no sale de acá no va a salir de ningún otro lugar.
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