Muchas veces, una foto dice más que mil palabras. Mientras las sacábamos, alguien preguntó “en qué andarán…”
Y no es en qué andará alguien en particular, sino más bien en qué andamos todos.
Vamos a empezar a tratar el tema de las veredas, y arrancamos en particular por el centro de ingreso a Sierra, porque es lo más obvio y alevoso, porque es además el lugar de los comercios, vecinos o no de la Sierra, pero los que lucran con el barrio y los vecinos, cosa que no está mal, todo lo contrario, pero aquellos que invierten en un negocio deben preveer dentro de esa inversión también el frente de sus propiedades.
Esto es en realidad más responsabilidades de los propietarios, muchos de ellos rentistas que no explotan el lugar comercialmente, que de los comerciantes, inquilinos en su mayoría que también se ven a veces perjudicados por el estado de las veredas.
El otro gran responsable, es el estado municipal, quien debería exigir normas y medidas mínimas de seguridad en veredas y espacios públicos.
Hace un par de semanas intentando estacionar, aunque mal, a un automovilista se le metió su rueda delantera en un hueco en el Paseo Pinar de la Sierra, pero en la foto pueden ver que es en el mismo lugar donde está la parada del colectivo, y donde cualquier transeúnte apurado por no perderlo o distraído podría romperse una pierna de no verlo, esto fue denunciado antes del hecho en la delegación municipal por varios vecinos y comerciantes. El Paseo de la Aldea luce con una cinta de peligro y se puede ver el estado del deck de madera del frente, donde cualquier chico jugando podría correr una suerte parecida.
En los Peñascos, sacaron después de muchas denuncias algunas de las piedras más grandes con las que se averió más de un vehículo en maniobras tratando por lo general de esquivar algo, generalmente peatones, animales o un pozo, pero pusieron la cantidad de árboles suficientes y a centímetros del cordón como para causar los mismos problemas que existían antes.
En la vereda de enfrente los escalones y desniveles sumados al lugar que utilizan los autos para estacionar hace que los peatones, sobre todo fines de semana que es cuando más tránsito hay circulen por la calle, sumado esto a que no existe la posibilidad de que por esas veredas circulen discapacitados, cochecitos de bebés, o personas con dificultades físicas para caminar.
Las piedritas serán una solución decorativa y económica para los propietarios, pero en un centro comercial, pidanle a una mamá que camine por ellas con un cochecito de bebé.
Nueva Sierra, lo muestra y lo escribe, pero son los vecinos los que permanentemente lo dicen, se quejan y realizan estas denuncias. Estos son sólo algunos de los problemas que tienen en la zona los vecinos que se trasladan a pie.
El circuito San Martín los obliga a caminar por la cinta asfáltica por el largo de los pastos de las veredas de los lotes baldíos, sumado esto a la velocidad con la que circulan los autos y la falta de inspectores de tránsito el riesgo que corren es permanente.
Pero acá no termina la historia de las veredas, las tomadas, las que presentan obstáculos en todo el barrio y en la zona, es hora de que propietarios y vecinos sepamos cuales son los límites para no perjudicar a otros, así como es hora de que los funcionarios en lugar de responder a privilegios y amiguismos le digan a quien cuales son las normas que debe cumplir en el espacio publico.
Seguiremos el tema mostrando cada vereda, cada rincón de la zona que represente un peligro para aquellos que por necesidad o elección deciden caminar por nuestras calles y caminos.